domingo, 28 de abril de 2013

HABLEMOS SOBRE TRASTORNOS MENTALES




Los trastornos afectivos o del estado de ánimo, incluyen
todos los tipos de depresión y el trastorno bipolar.




Es normal que todas las personas podamos estar tristes o contentos algunas veces.
Sin embargo, los trastornos del estado de ánimo son algo más profundo. 

Los desórdenes del estado de ánimo, son los problemas que atendemos
con más frecuencia en el consultorio. Las causas pueden ser biológicas o psicológicas
y, tanto los niños, como los adolescentes y los adultos, pueden desarrollar éstas
alteraciones en algún momento de su vida.

Los motivos biológicos, radican en la herencia genética o en un desequilibrio
químico del cerebro. Los factores psicológicos, pueden ser acontecimientos estresantes
como la ruptura de una relación, la muerte de un ser querido y otras situaciones 
que generan sentimientos profundos de tristeza.

Existen niveles para cada trastorno que van desde leves a moderados o graves.
Por ello, es importante someterse a una evaluación que permita determinar que
tipo de trastorno padece el paciente y así elaborar el tratamiento adecuado.

Se empieza a sospechar que existe un trastorno del estado de ánimo
cuando los síntomas provocan un malestar significativo, que se refleja en el
deterioro de la persona y de sus relaciones sociales, familiares o laborales.

Según la edad y el tipo de alteración del estado de ánimo, las personas pueden
presentar síntomas diferentes. A manera de orientación y sin fines diagnósticos,
puedo decirte algunas características de los trastornos del estado de ánimo.





DEPRESIÓN 


La depresión es una enfermedad que implica cambios en el humor, 
en el pensamiento y en el comportamiento. La diferencia entre un sentimiento
normal de tristeza y una depresión, es la magnitud de los cambios de humor, la duración
y los efectos que produce. Si los síntomas provocan dificultades para trabajar, ir a la
escuela o mantener relaciones sanas con otras personas, ya hablamos de indicios de
una alteración que puede tornarse seria.

Las señales que pueden indicar un trastorno del estado de ánimo son:
sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza, desamparo, baja autoestima,
sensación de ineptitud, culpabilidad excesiva, deseos de morir, hipersensibilidad, desinterés
en actividades que antes se disfrutaban, dolores frecuentes de cabeza o de estómago, disminución
en la cantidad de actividades cotidianas, sensación de vacío, llanto frecuente, enlentecimiento
corporal, lapsos de irritabilidad, pérdida o aumento de peso y apetito, dormir mucho o no
poder conciliar el sueño, pérdida de energía y disminución de la capacidad para
pensar, decidir o concentrarse.





TRASTORNO BIPOLAR


El trastorno bipolar es una enfermedad marcada por cambios extremos
en el estado de ánimo, el pensamiento, la energía y el comportamiento.

Es conocido como trastorno bipolar, porque el estado de ánimo de una persona
puede cambiar drásticamente de la euforia a la depresión y viceversa.

Al igual que la depresión y otras enfermedades graves, el trastorno bipolar
puede afectar de manera negativa en las relaciones del paciente, ya sea con la pareja,
los familiares, las amistades o los compañeros de trabajo. Tanto hombres como mujeres,
de cualquier edad, pueden desarrollar esta enfermedad.

 


                  



           Los trastornos del estado de ánimo son cuadros clínicos que tienen queser abordados por un profesional de la salud mental.

El diagnóstico se elabora a partir de una evaluación completa.
El tratamiento se determina en base a la historia clínica, a la edad del paciente,
al estado general de salud y a la gravedad de los síntomas.

La terapia psicológica ayuda a las personas a sentirse mejor y los motiva
a cambiar los aspectos que propician la enfermedad. El tratamiento va
enfocado a que el paciente aprenda a manejar las situaciones que le provocan estrés.

El apoyo permanente de los padres, de la familia o de la pareja,
son fundamentales en el proceso terapéutico.

En algunos casos es conveniente combinar la psicoterapia con el uso
de medicamentos. Es importante considerar que los tratamientos tienen
que ser supervisados y elaborados solo por especialistas.

La detección e intervención oportunas, pueden reducir la gravedad de los
síntomas, estimular el desarrollo personal y mejorar la calidad de vida de quienes
padecen trastornos del estado de ánimo.







Concluyendo esto se plantea la siguiente pregunta: De no tratarse estos problemas a tiempo ¿de que manera afectara a lo largo de la vida de una persona?